1. Domina tu mercado. Para Eduardo Badillo Jordán, director de administración y finanzas de inQba, se trata del primer paso que hay que dar antes de emprender. De esta manera, sabrás con detalle lo que sucede en el medio en donde se desarrollará tu negocio. Enfócate en tu sector y detecta cuál es la oferta existente. Con base en esta investigación, desarrolla tu “ventaja única de compra”, la cual responderá esta pregunta que seguramente te hará el cliente: ¿por qué comprarte a ti? La respuesta debe incluir tanto las ventajas como los beneficios que distinguen a tu empresa frente a los demás.
2. Elabora un plan de negocios. La simple idea puede resultar complicada, sin embargo, es más sencillo de lo que crees. En este documento debes incluir los objetivos de tu empresa (a corto, mediano y largo plazo), las estrategias para conseguirlos, la estructura de la organización, el presupuesto que requieres para financiar tu proyecto y soluciones para resolver problemas futuros.
Tener un plan por escrito te ayudará a mantener tus metas claras, podrás atraer inversionistas, solicitar créditos y facilitarás la integración y capacitación de nuevos elementos a tu equipo de trabajo. Actualízalo mínimo dos veces al año.
Tener un plan por escrito te ayudará a mantener tus metas claras, podrás atraer inversionistas, solicitar créditos y facilitarás la integración y capacitación de nuevos elementos a tu equipo de trabajo. Actualízalo mínimo dos veces al año.
3. Define quién es tu cliente. Estudia el comportamiento y los patrones de consumo de tu mercadometa o target. Por ejemplo, el ritmo de vida y los tiempos de traslado en las ciudades no permiten que las personas vayan a comer a casa. A partir de esta situación, puedes concluir que hay una oportunidad de negocios en ofrecer alimentos saludables con servicio a oficinas. Para facilitar la tarea de identificar a tus consumidores potenciales, considera variables como género, edad, nivel socioeconómico y ubicación geográfica, así como escolaridad y estilo de vida. La recomendación de los expertos de inQba es saber a qué segmento quieres dirigirte y, posteriormente, definir el subgrupo o nicho que podría interesarse por tu producto o servicio. “Hay oportunidades en todos lados“, asegura López Estrada.
4. Escucha a tus futuros compradores. La clave para que una empresa sea bien recibida en el mercado está en darle al cliente lo que necesita. ¿Sólo eso? No. Lo ideal es superar sus expectativas. Uno de los errores más comunes es creer que tu negocio será un éxito sólo porque a ti te gusta. Por ejemplo, abrir una tienda de videojuegos en una zona donde la mayoría de la población tiene más de 50 años.
5. Analiza a tu competencia. Según el Centro de Consultoría e Innovación Empresarial y Financiera del Tecnológico de Monterrey, ocho de cada 10 emprendedores pasan por alto a los “competidores” como un factor a evaluar. Esto sucede básicamente porque el empresario tiene una gran autoestima y se olvida de que existen otros actores en el mercado. Así que tu misión es estudiar lo que hacen otros negocios del mismo giro en donde te encuentras. Analiza sus características y verifica si de verdad satisfacen las necesidades de los consumidores. Si quieres posicionarte entre las mejores opciones, tienes que diferenciarte del resto. No se trata de descubrir el hilo negro, sino más bien de atreverte a innovar pero sin perder de vista a tu principal objetivo: el cliente.
6. Traza un plan de mercadotecnia. Define el rumbo que tomará tu negocio en tres aspectos esenciales: situación del mercado, oportunidades y amenazas, así como metas por alcanzar. También es un buen recurso para que otras personas se enteren de quién es tu empresa, cómo funciona y hacia dónde quieres llevarla. Toma en cuenta que la calidad de tu producto o servicio hoy ya no garantiza el éxito del negocio. Lo importante es crear una campaña efectiva para dar a conocer tu producto o servicio entre los compradores potenciales. Badillo Jordán aconseja utilizar la estrategia de las cuatro P’s de la mercadotecnia: producto, precio, promoción y plaza.
7. Invierte en tecnología. Una computadora -ya sea de escritorio o portátil- es una herramienta básica para emprender. Con ella puedes elaborar tanto tu plan de negocios como el de mercadotecnia, integrar bases de datos y hasta hacer proyecciones financieras. Y si te encuentras gran parte del día fuera de la oficina, ahora también puedes adquirir un smartphone o teléfono inteligente, el cual te permite revisar tu correo electrónico de forma permanente, entre otras funciones. Por otro lado, las aplicaciones en línea como Facebook, Twitter, YouTube y blogs te llevarán la mano para encontrar nuevos consumidores, mantenerte contacto con ellos y darles un mejor servicio. Otra tendencia tecnología que ya se suma y que promete ser de gran utilidad es el mobile marketing que consiste en el envío de mensajes celular para promocionar tu marca.
8. Busca asesoría y capacitación. “Recuerda que mientras más preparado estés, mejores oportunidades crecimiento habrá para ti”, aconseja López Estrada. Hoy como emprendedor ya no estás solo; existen varias organizaciones que te apoyan para desarrollar tu proyecto, ser un buen lider, ganar clientes y obtener financiamiento.
9. Crea alianzas estratégicas. Haz una autoevaluación donde te preguntes lo siguiente: ¿Qué ofreces?, ¿Hasta dónde quieres llegar? ¿Cómo quieres lograrlo?, ¿Qué necesitas para hacerlo? Esto te permitirá identificar tus fortalezas, debilidades y áreas de oportunidad. Con base en esta información, podrás determinar si necesitas un inversionista, socio o distribuidor: para fortalecer tu empresa, Asiste a ferias, exposiciones, convenciones o participa en redes de negocios para conocer las compañías afines.
10. Forma un equipo productivoorganización. También es importante que escuches y tomes en cuenta las ideas de tus trabajadores. Y por supuesto, crea un plan de carrera individual para desarrollar al máximo las capacidades de todo el personal.
Arianna Jiménez Pérez – Entreprenur
No hay comentarios:
Publicar un comentario